25 jun 2007

Cuestión de peso

El décimo mes obligó a una nueva revisión médica. Curada casi totalmente de la varicela --quedaron unas marquitas-- y con mocos que serán una constante hasta el año y medio (según el doc Horacio se agotaron las defensas que me había pasado mi mami durante el embarazo), el principal problema llegó otra vez tras posar mi potentosa colita en la balanza.
"Ufff", emitió pasmado el pediatra cuando terminó de acomodar la pesa... "Ufff", repitió al toque el gordo barbudo cuando se enteró de la cifra estratosférica... Mientras tanto, atacada por el curioso mal del delantal blanco, yo no paraba de llorar desde el instante en que entré al consultorio... ¿A qué se debió la reiteración de ufffs? La maldita báscula acusó 14,600 kilos. Es decir, tras un noveno mes muy recatada, escalé 1.200 gramos. Una brutalidad. ¡Ojo! También me estiré en el rubro altura: ya mido 81,5 centímetros. De acuerdo a los pronósticos del doc, llegaré sin problemas al metro noventa... Ahora sí, debo cortar un poco con los hidratos de carbono porque en vez de una jirafa seré una elefanta... Ji, ji, ji.

P.D. ¿Alguien tiene el teléfono de Cormillot?

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